sábado, 23 de marzo de 2013

La defensa de Lugones pidió la absolución de su defendida



Ayer se realizó una nueva audiencia del Juicio por la apropiación del hijo de Liliana Pereyra y Eduardo Cagnola, en la sala A de los Tribunales de Comodoro Py. La defensa oficial de Inés Lugones Graciela, señalada en el juicio como quien entregó al bebé, que Liliana parió en la Esma, al Matrimonio compuesto por Cristina Gloria Mariñelarena y José Ernesto Bacca, presentó su alegato y pidió la absolución de su defendida:  “En el caso de ser condenada que se le otorgue la pena más baja y que la misma sea dejada en suspenso”, agregaron. Gran parte de la presentación fue destinada a marcar las contradicciones que según esta parte existieron en del alegato de la defensa de los otros dos imputados, representados por Miguel Ángel Pierri.
 Uno de los principales ejes del  alegato de la defensa de Lugones se centró en que la imputada no tuvo participación ni conocimiento de la  entrega del bebé, ya que durante el juicio primó el relato que describió que los Bacca fueron a buscar al niño a lo de Lugones y que ella los recibió en su casa de Luis María Campos, pero que debieron esperar a que llegara su marido, el represor fallecido, Guillermo Minicucci, para cenar juntos y llevarse el niño. Algunos de los que recrearon esta versión fueron los otros dos imputados,  su hija Constanza Bacca y los testigos Graciela Larrosa y el propio nieto restituido.
La defensa adujo que no son pruebas suficientes los dichos de los testigos, y sostuvo que para la fecha en que ocurrieron los hechos ella se encontraba veraneando en Mar del Plata Para ello hizo referencia a la prueba aportada por el hijo de Lugones, Clemente Minicucci: “Su aporte ayudó a comprobar la inexistencia del relato”. También señalaron los dichos del nieto restituido: “Hilario nunca dijo llegué a mis padres a través de Inés Lugones. Lo que él contó que nuestra defendida le dijo cuándo fue a visitarla con la información que HIJOS le había dado fue: Ese hijo de puta nunca me decía nada, no sé nada de todo esto”.
La defensa se centró además en desarrollar el estrecho vínculo que mantenía el matrimonio Bacca Mariñelarena con Lugones y Minicucci. En este sentido, señaló que Pierri, el abogado de los otros acusados había desarrollado como estrategia el desconocimiento de sus defendidos con Guillermo Minicucci, ex marido de Lugones, pero que las pruebas aportadas en el juicio fueron contundentes para desmentirlo: “Las fotografías que mostró Clemente Minicucci en el juicio dieron cuenta de algo que los otros imputados querían ocultar (…) Clemente dijo que eran cercanos, casi íntimos”. La defensa aseguró que los testimonios demuestran que la estrategia de simular que Mariñelarena y Bacca no se conocían con Lugones y Minicucci, fue una maniobra jurídica para reducir la pena.
La defensa insistió en que Lugones no se encontraba en la ciudad el día que Hilario llegó a los brazos de Miriñlarena, pero debió  aclarar una contradicción de su defendida en cuanto a la fecha: “Cuando ella dijo que a principios de enero le iban a dar un bebé que llegó a fines de ese mes, quiso decir que a principios de enero le iban a dar un bebé que llegó a fines de febrero. Se trató de un error involuntario”.
Otras de las cuestiones desarrolladas fue el desconocimiento de Lugones acerca del trabajo ilegal de su marido. Como en otras causas por apropiación, la condición de mujer de un militar autoritario y violento se utilizó para explicar el desconocimiento de su mujer, en este caso Lugones, de lo que ocurría en Argentina:  “El hecho de que Lugones fuera la mujer de Minicucci no alcanza para que ella supiera la actividad ilegal que realizaba su marido”. En este mismo sentido la defensa afirmó: “Aún si reformuláramos la hipótesis y admitiéramos que fue ella quien abrió la puerta de la casa cuando fueron a buscar al bebé, no la convierte en entregadora, ya que los testimonios aseguraron que tuvieron que esperar a Minicucci para llevarse el bebé”.
Por último, la defensa hizo un recorrido por las peores sentencias en juicios por apropiación de menores, en épocas en que existían las leyes de Obediencia Debida y Punto Final y los jueces eran cómplices de este delito, como las condenas otorgadas a Samuel Miara, Eduardo Ruffo, Rubén Lavallén y Miguel Ángel Furci. Obviaron señalar como referencia la sentencia ejemplificadoras como  la de la semana pasada en el juicio por la apropiación de Catalina De Sanctis Ovando, en la que sus apropiadores fueron condenados a 19 y 12 años de prisión.
La querella de Abuelas y la Fiscalía podrán  presentar  sus réplicas el próximo viernes 5 de abril a partir de las 10, cuando se reanuden las audiencias. Las últimas palabras de los acusados y la sentencia podrían conocerse ese mismo viernes o el martes siguiente,  9 de abril.

jueves, 21 de marzo de 2013

Gacetilla de Prensa


Ref. Mañana declara la defensa de Lugones en el juicio por
la apropiación de Liliana Pereyra y Eduardo cagnola.
Abuelas de Plaza de Mayo informa que mañana, viernes 22 de marzo, desde las 10, continuará el juicio oral y público por la apropiación del hijo de los desaparecidos Liliana Pereyra y Eduardo Cagnola. La audiencia comenzará con los alegatos de la defensa oficial de María Inés Lugones, la entregadora, y, a continuación, tendrán lugar las réplicas de la fiscalía y la querella respecto del alegato del abogado Miguel Ángel Pierri, defensor de los apropiadores Cristina Gloria Mariñelarena y José Ernesto Bacca.
El 5 de octubre de 1977, Liliana, embarazada de cinco meses, y Eduardo fueron secuestrados en Mar del Plata y permanecieron detenidos en la Base Naval de Buzos Tácticos de esa ciudad, hasta que la joven fue trasladada a la ESMA. En ese centro clandestino estuvo en la llamada “pieza de las embarazadas” y, en febrero de 1978, dio a luz a un niño al que llamó Federico.
El bebé fue entregado por Lugones -mujer del represor Guillermo Minicucci e imputada en este juicio- al matrimonio conformado por José Bacca y Cristina Mariñelarena, que lo anotó como hijo propio bajo el nombre de Hilario.
El debate oral por esta apropiación se desarrolla ante el TOF 4 en los Tribunales de Comodoro Py (Retiro), en la sala B, frente a la oficina de prensa. Pueden ingresar los mayores de 18 años, con DNI.
Esperamos que nos acompañen en la etapa final de este proceso que busca justicia para nuestros hijos e hijas desaparecidas y nuestros nietos apropiados.
Ciudad de Buenos Aires, 21 de marzo de 2013.

viernes, 15 de marzo de 2013

“Jamás mis clientes ocultaron que Hilario fuera ´adoptado´, fue un error”.


La defensa de Cristina Gloria Mariñelarena y José Ernesto Bacca presentó hoy su alegato, en el juicio que se los acusa por la apropiación del hijo de Liliana Pereyra y Eduardo Cagnola, restituido en septiembre de 2008. En este proceso también está imputada Inés Lugones, ex mujer del represor fallecido, Guillermo Minicucci, a quien se la acusa de haber entregado al hijo de la pareja desaparecida. La defensa oficial de Lugones presentará su alegato el 22 de marzo, a partir de las 10, en la sala B de audiencias de los Tribunales de Comodoro Py, donde se está llevando adelante este debate.
El abogado de Bacca y Mariñelarena, Miguel Ángel Pierri, se mostró sorprendido porque tanto la fiscalía como la querella calificaron en sus alegatos, los hechos como delitos de lesa humanidad. Es que, como es sabido, la apropiación de niños por razones políticas está inscripta dentro de estos delitos, ya que de lo contrario el delito habría prescripto. Son justamente estos cargos los que la querella y la fiscalía intentan probar. 
Otro de los ejes del alegato sostuvo que los imputados desconocían lo que ocurría en Argentina durante la última dictadura. “Hago propio el relato escuchado en este proceso. Hoy se sabe que quienes habrían actuado en la sustracción de Hilario podrían haber sido Héctor Febres, Guillermo Minicucci, o Pedro Bolita. Pero por entonces la mayoría de la sociedad no tenía idea de lo que ocurría en el país y entre ellos puedo decir que se encontraban mis defendidos”.
Luego hizo referencia a cómo la reconstrucción durante el juicio del robo del hijo de Liliana y Eduardo: “¿Cómo arribó Hilario o Federico a la casa de los Bacca?”, se preguntó Pierri. “Puede haber sido Febres, Bolita, Minicucci, o Lugones los que los entregaron. Pero cualquiera de los cuatro actores conocían  la situación. Por eso, fuera quien fuese, puedo decir que Lugones tenía conocimiento cabal de la procedencia del bebé”, aseveró y detalló: “Minicucci tenía un alto rango, me permito pensar que era casi imposible que Inés Lugones no supiera sobre el trabajo de su esposo”.
Por otro lado, Pierri también minimizó la amistad -descripta durante el debate por varios de los testigos- entre los matrimonios de Bacca y Mariñelarena y el de Inés Lugones y Guillermo Minicucci. Cristina Mariñelarena e Inés Lugones se conocían desde la niñez: “Pero la amistad no suponía que supiera lo que ocurría”.
Según Pierri, las reuniones entre ambas parejas eran espaciadas, a pesar de que los hijos de ambos matrimonios recordaron en el debate el tiempo compartido durante su infancia: “Los encuentros eran esporádicos, de mediados de 1977 a principios de 1979, de hecho en el debate se registraron sólo seis encuentros. Aquí se ha querido establecer una relación con Minicucci porque fue elegido padrino de bautismo”, expresó, pero dio a entender que la decisión fue casual, ya que habían tratado de bautizarlo antes. Luego de aquel intento, según Mariñelarena, Lugones le habría ofrecido a Cristina se la madrina y como su marido era Minicucci: "no había manera de que Minicucci no fueran el padrino".
Pierri insistió con el desconocimiento de sus clientes sobre las atrocidades que cometía el terrorismo de Estado: “Qué le podemos imputar a mis defendidos, que no fueron valientes y se enfrentaron a la dictadura”. Luego arribó la democracia, y sus clientes, aunque plantearon haber alentado a Hilario a buscar sus orígenes, nunca se acercaron a Abuelas de Plaza de Mayo. En el mismo sentido, planteó: “Si el propio hijo de Minicucci se enteró de lo que hacía su padre por lo diarios, por qué a mis clientes no les podría haber ocurrido lo mismo”. Sin embargo, cuando el alegato giró en torno a las dificultades que encontraban los imputados para buscar a la familia de Hilario en democracia,, dando como ejemplo los indultos del ex presidente Carlos Menem, por la inestabilidad Pierri recordó: “Cristina dejó en claro en su testimonio que por su formación no se interesaba en política, pero Bacca sí. Tuvo participación gremial e incluso fue detenido en una oportunidad”.
El abogado defensor también destacó que los acusados eran civiles y que no se fugaron como Samuel Miara. “Ellos no se fueron, están aquí. Han venido a cada audiencia”. Otro de los ejes del alegato, como el de la mayoría de los testimonios de la defensa, fue delegar la responsabilidad de la búsqueda sobre la verdad de su identidad en Hilario. “Ellos siempre le dijeron que era hijo del corazón, nunca lo ocultaron” y agregó: “No es responsabilidad de los Bacca el tiempo que pasó y tampoco el tiempo que tardó el Estado en el tratamiento de estos temas. Es una injusticia que se les pida declarar por estas conductas (la inscripción de un niño ajeno como propio) como delitos de lesa humanidad”.
Por último, Pierri destacó: “Debe sumarse al desconocimiento que mis clientes tenían del origen de Hilario, que fueron ellos quienes lo impulsaron a Hilario a que buscara su verdadera identidad. (…) pero Hilario es un joven que toma sus propias decisiones”. Luego reconoció que sus defendidos se acercaron a Abuelas por sugerencia suya, en 2008. Cabe recordar que ese encuentro fue luego de que la justicia confirmara a través de un estudio de ADN, que Hilario Bacca era en verdad Federico Pereyra Cagnola.
Por último Pierri destacó: “Jamás mis clientes ocultaron que Hilario fuera ´adoptado´, fue un error”. 

miércoles, 13 de marzo de 2013

La querella pidió 13 años para Bacca y Mariñelarena y 11 para Lugones

Abuelas pidió 13 años de prisión para los apropiadores del hijo de Liliana Pereyra y Eduardo Cagnola, y 11 años para la entregadora.


Los abogados de Abuelas de Plaza de Mayo, Luciano Hazan y María Inés Bedia presentaron ayer su alegato en representación de la asociación. Los abogados solicitaron 13 años de prisión para los apropiadores Cristina Mariñelarena y José Bacca, y 11 años para la entregadora, Inés Luganes.
"Queremos que el Tribunal tenga presente que se juzgan hechos de desaparición forzada de personas, que la adopción es un mecanismo judicial que se utiliza para prevenir este delito, y que este juicio tiene múltiples víctimas: hilario, pero también sus familiares que lo buscaron durante más de treinta años", comenzó el alegato. Luego de tres horas de lectura solicitaron la pena.

lunes, 11 de marzo de 2013

Abuelas de Plaza de Mayo presenta su Alegato mañana en el juicio por la apropiación del hijo de Liliana Pereyra y Eduardo Cagnola.


Abuelas de Plaza de Mayo informa que mañana, martes 12 de marzo a partir de las 10, la querella de Abuelas de Plaza de Mayo presentará su alegato en el juicio por la apropiación del hijo de Liliana Pereyra y Eduardo Cagnola, desaparecidos en 1977.
El TOF Nº4 integrado por los doctores Néstor Guillermo Costabel, Pablo Bertuzzi y Leopoldo Bruglia, está juzgando a los apropiadores José Ernesto Bacca y Cristina Gloria Mariñelarena, y a la mujer que habría actuado como entregadora,  Inés Graciela Lugones, por el delito de apropiación.
Los abogados Luciano Hazan y María Inés Bedia, en representación de la Asociación Abuelas de Plaza de Mayo, expondrán el alegato contra los tres imputados en la sala B -frente a la sala de Prensa- de los Tribunales de Comodoro Py, donde se está llevando adelante este debate.
El hijo de Liliana y Eduardo nació en la ESMA, durante el cautiverio de su madre, en febrero de 1978. La pareja había sido secuestrada de la pensión en la que vivía en Mar del Plata, el 5 de octubre del año anterior, y ella estaba embarazada de cinco meses. Ambos permanecieron detenidos en la Base Naval de Buzos Tácticos de Mar del Plata, hasta que Liliana fue trasladada a la ESMA para dar a luz.
Según testimonios de sobrevivientes, Liliana permaneció detenida en la denominada "pieza de las embarazadas" y en febrero de 1978 dio a luz un niño al que llamó Federico, el 15 de julio de ese mismo año fue asesinada. El niño fue entregado por la imputada Lugones al matrimonio, en ese entonces constituido por José Bacca y Cristina Mioriñelarena, que lo inscribió como hijo propio con el nombre de Hilario. Recién en septiembre de 2008 pudo confirmarse que era el hijo de Liliana y Eduardo.
Esperamos que puedan acompañarnos en este juicio para buscar la condena a quienes robaron la identidad de nuestros nietos.
Seguí el juicio en: juicioporapropiacionpereyracagnola.blogspot.com.ar/

Lunes 11 de marzo de 2013, Ciudad de Buenos Aires.

viernes, 8 de marzo de 2013

La Fiscalía pidió 6 años para Lugones y 9 para Bacca y Mariñelarena

En una nueva audiencia del juicio por la apropiación del hijo de Liliana Pereyra y Eduardo Cagnola, que está juzgando a María Cristina Miriñelarena, a José Bacca y a María Inés Lugones por el delito de apropiación, la Fiscalía presentó su alegato.
En su extensa exposición, los fiscales presentaron las pruebas del delito que se le imputa a los acusados y calificaron los hechos como genocidio. Luego expusieron las penas que pidieron al Tribunal: seis años para Lugones, la entregadora del niño que fue arrancado de los brazos de su madre luego de darlo a luz en el centro Clandestino de Detención Esma; y 9 años para Mariñelarena y Bacca, quienes lo inscribieron como hijo propio y lo criaron bajo el nombre de Hilario.
La querella de Abuelas de Plaza de Mayo, representada por los abogados María Inés Bedia y Luciano Hazan, presentará su alegato el próximo martes 12 de marzo a las 10, en los Tribunales de Comodoro Py.



jueves, 7 de marzo de 2013

COMUNICADO DE PRENSA


La fiscalía presenta mañana su alegato en  juicio por la apropiación del hijo de Liliana Pereyra y Eduardo Cagnola.

Abuelas de Plaza de Mayo informa que mañana, viernes 8 de marzo a las 10, en los Tribunales de Comodoro Py, la fiscalía presentará su alegato en el juicio por la apropiación del hijo de Liliana Carmen Pereyra y Eduardo Alberto Cagnola.
Cabe recordar que el TOF Nº 4 integrado por los doctores Néstor Guillermo Costabel, Pablo Bertuzzi y Leopoldo Bruglia, está juzgando a los apropiadores José Ernesto Bacca y Cristina Gloria Mariñelarena, y a la mujer que habría actuado como entregadora,  Inés Graciela Lugones, por el delito de apropiación.
Los alegatos de nuestra querella están previstos para el martes 12 de marzo y la lectura del veredicto para la semana del 18.
Esperamos que nos ayuden a difundir esta convocatoria y que nos acompañen para buscar la condena a quienes robaron la identidad de nuestros nietos.
Las audiencias de este juicio son públicas y se desarrollan los días martes y viernes en Comodoro Py,  en la Sala B, ubicada en la  planta baja, frente a la sala de periodistas.

Toda la cobertura en: http://juicioporapropiacionpereyracagnola.blogspot.com.ar/
Ciudad de Buenos Aires, jueves 7 de febrero de 2013.

martes, 5 de marzo de 2013

Los apropiadores Mariñelarena y Bacca dieron su previsible versión de los hechos ante el tribunal


Los jueces del TOF Nº 4 tomaron hoy declaración indagatoria a Cristina Gloria Mariñelarena y José Ernesto Bacca, los apropiadores de Hilario Cagnola Pereyra.
Comenzó Mariñelarena con una “semblanza” –fue el término que usó– de su pasado. Contó sus años como estudiante de medicina en La Plata, su ciudad natal, su casamiento en 1970 con Bacca, la operación en la que le extrajeron una trompa uterina, y el nacimiento de su hija Constanza en 1973.
“Quedo embarazada de inmediato y pierdo un bebé de seis meses y medio, casi siete, que en ese momento lo tiraron como residuo biológico. Decidimos seguir buscando, me costó mucho superar esa pérdida, logré verlo un minuto y me durmieron, no lo pude enterrar”, relató la mujer.
“Pasó el tiempo, nos hicimos muchos estudios, pero ni ecografías había en esa época, y decidimos adoptar. Fuimos a la Casa Cuna de La Plata, al Hospital Gutiérrez, a la Curia. Alguien nos sugirió que fuéramos al norte, que allá regalaban chicos o los vendían, ni sé quién nos dijo esto, pero no nos gustó”.

“Jesusito, mandame un hermanito”
Mariñelarena afirmó que toda su “gente amiga” en La Plata (mientras ya cursaba la especialización en ginecología), sabía que ella quería tener un bebé. “Mi hija pedía a los gritos ‘Jesusito, mandame un hermanito’, y así siguió corriendo el tiempo hasta que en diciembre de 1977 mi amiga Inés Lugones me llamó, me comentó que existía la posibilidad de un bebé en adopción y me preguntó si yo lo quería. Le dije que sí, le pregunté de dónde pero ella no sabía. Si lo supiera no me lo hubiera dicho porque era mi amiga”.
“Un mes después, como no pasaba nada, supongo que por la ansiedad yo la debí llamar a ella y me dijo que el trámite estaba retrasado. Interpreté que no se iba a dar, hasta que el 27 de febrero de 1978 Inés me llamó a mi consultorio a las siete y cinco, dejé de atender, le avisé a mi marido y nos fuimos a Buenos Aires, que es donde vivía Inés”.
“Fue uno de los momentos más emotivos de mi vida. Inés me abrió la puerta, en la calle Luis María Campos, frente a un hospital grande, nos hizo pasar al dormitorio y arriba de la cama, en un moisés, estaba mi hijo (N. de la R.: Federico Cagnola Pereyra)”.
“Lo cambié, él lloraba, le dimos una mamadera, esperamos a que llegara su marido (el represor Guillermo Minicucci), y nos quedamos a cenar. Volvimos a casa, hicimos una puesta en escena, yo fingí que me acostaba a dormir, y pusimos el moisés en el dormitorio de Constanza, y cuando ella llegó y lo vio dijo ‘Mamá, mamá, Jesusito nos mandó el bebé’. Al día siguiente a la mañana fui a la Maternidad a pedir que me firmaran una partida de nacimiento, como la cosa más natural del mundo, los dos primeros colegas me dijeron que no me iban a firmar nada pero el tercero sí, haciendo constar que había nacido en una clínica privada que tenía él en la zona oeste de La Plata. Cometimos un delito, ya lo sé, pero en ese momento, 35 años atrás, sentí que lo adoptaba”. Y cínicamente agregó: “Lejos de ocultarlo, yo debo haber pasado con el cochecito muchas veces por delante de la casa de la Abuela Coqui (Pereyra)”.
 “Yo seguí con mi trabajo de siempre. No se habló, nunca nadie preguntó nada, y en el 80 decidimos irnos a vivir a Arrecifes por razones de unidad familiar, porque Pepe (José Bacca) trabajaba allá, nos fuimos”.
“Los chicos crecían bien, del 80 al 90 hicimos nuestra vida en Arrecifes, nos hicimos nuestra casa, vimos crecer a nuestros hijos, y en 1989 empezamos a andar mal con mi marido, y entre el 90 y el 91 nos separamos y luego nos divorciamos”.
“Cuando Hili (Hilario) tenía cinco años, no había psicólogo ni psicopedagogo en Arrecifes. Un día estábamos los tres en la cama, Constanza, él y yo, y no se cómo salió el tema de la panza, y yo le conté que él no había salido de mi panza sino del corazón, y se largó a llorar, y después me dijo ‘No importa, pero puedo subirme a tu panza todas las veces que quiera’. Pasó mucho tiempo hasta que volvió a preguntar y le volví a decir lo mismo”.
“Con Inés (Lugones) nos seguimos viendo, hemos ido a Paraná a visitarlos, ellos han venido a la nuestra, mi amistad era y es con Inés, a pesar de que yo tenga que haberla deschavado de esta manera cruel”, sostuvo Mariñelarena, tratando de soslayar la relación con Minicucci.

“Me pongo a llorar como una boba”
A medida que avanzaba en su declaración, la apropiadora trataba de mostrarse como una víctima que no fue: “No pueden decirme lo que yo viví en esa época, el miedo paralizante de ver que el marido de mi amiga era eso que me decían los diarios, yo tenía miedo de que vinieran los militares, que me mataran al bebé, que nos mataran a nosotros”.
“Cuando Hili se hizo el ADN teníamos otro abogado, y nosotros, en contra de su opinión,  le dijimos a Hilario ‘Andá y conocé a tu familia biológica’. Ese día salimos corriendo a lo del doctor Pierri (su abogado actual), y él nos dijo que nosotros teníamos que acercarnos a Abuelas para fomentar el vínculo. Entonces fuimos a la casa de las Abuelas, entramos, había un mural y ahí estaban las fotos de todos esos jóvenes que fueron unos idealistas y no unos boludos como yo (sic), y estaba la foto de Lali (Liliana Pereyra) y del papá de Hili (Eduardo Cagnola). Hablamos con la señora de Carlotto, y ella nos dijo que en esa institución no se recibían delincuentes… Ahora, más allá de lo que pueda pensar de nosotros, pienso que ella es maravillosa y lo que han hecho todas estas instituciones es maravilloso”.
“Yo leí en el blog de Abuelas que nosotros tuvimos ‘cautivo’ a Hilario 35 años, cuando en 1996 él se fue a vivir a Buenos Aires y más de la mitad de su vida la vivió solo y libre, y no siento que seamos ‘apropiadores’. Así como tampoco la señora Lugones es una ‘entregadora’, porque es mi amiga y estoy segura que no sabía de dónde venía Hilario”, se quejó Mariñelarena, sin considerar que el daño psicológico que padece alguien que ha sido arrancado de los brazos de su madre a horas de nacer, poco tiene que ver con la libre circulación por el territorio.
“Hilario no está bien y en este momento esto es lo más importante, quiero que lo tomen en cuenta, porque yo temo por su psiquis”, dijo la mujer, desentendiéndose del terrible daño que ella misma le causó durante tantos años, conociendo además –como demostró que conocía– todos los procedimientos legales para adoptar a un niño.
“Me pongo a llorar de nuevo como una boba, disculpen, me voy a sonar la nariz”, concluyó.

“Fue Hilario, pero podría haber sido cualquier otro”
El ex marido de Mariñelarena, José Bacca, también declaró hoy y siguió la misma estrategia que ella, despegarse de Minicucci y presentarse como un hombre de bien.
“Lo conocemos bien a Hilario, él sufre, tiene problemas respiratorios, nerviosos, le duele la cabeza, y no sabe qué hacer, y se pregunta por qué tanta bronca con nosotros, que no quisimos sacarle el hijo a nadie. Fue él, pero podría haber sido cualquier otro. Piensen (dirigiéndose a los abogados de la fiscalía y la querella de Abuelas) que él es mucho más importante que nosotros. No se nos puede meter en la misma bolsa diciendo que somos unos ‘genocidas’, si han investigado tienen que remontarse a los orígenes de cada uno”.
“Yo me formé en una familia trabajadora, hice un esfuerzo para estudiar arquitectura, después ayudé a mi familia, yo tenía mis ideales, me han metido preso por tomar la universidad en los años 60”, relató. Luego se refirió a sus valores morales, éticos, a su don de palabra y a su responsabilidad “humana” y profesional.
“No pensamos nunca que le estábamos haciendo tanto daño”, reconoció al cierre de la indagatoria.

lunes, 4 de marzo de 2013

Mañana declaran los imputados en el juicio por la apropiación del hijo de Liliana Pereyra y Eduardo Cagnola


Nueva audiencia
Abuelas de Plaza de Mayo informa que mañana, a partir de las 12.30, en los Tribunales de Comodoro Py, se reanudan las audiencias del juicio por la apropiación del hijo de Liliana Carmen Pereyra y Eduardo Alberto Cagnola.
Recordamos que el TOF N° 4 integrado por los doctores Néstor Guillermo Costabel, Pablo Bertuzzi y Leopoldo Bruglia, está juzgando a los apropiadores José Ernesto Bacca y Cristina Gloria Mariñelarena, y a la mujer que habría actuado como entregadora, Inés Graciela Lugones, por el delito de apropiación.
El Tribunal comenzará escuchando el testimoniode Graciela Larrosa, una amiga de la infancia de las dos imputadas. Luego está previsto que se tome declaración indagatoria a los imputados Mariñelarena y Bacca.
Los alegatos de la querella y la fiscalía están previstos para el 8 de marzo y la sentencia para el viernes 15.
Estas audiencias son públicas y se desarrollan los días martes y viernes en Comodoro Py, en la Sala B, ubicada en la planta baja, frente a la sala de periodistas. Esperamos que nos ayuden a difundir la información y que nos acompañen para buscar la condena a quienes robaron la identidad de nuestros nietos.

sábado, 2 de marzo de 2013

La integrante de H.I.J.O.S contó: “Minicucci le dijo a Bacca que era hijo de Subversivos”


Una nueva audiencia en el juicio por la apropiación del hijo de Liliana Pereyra y Eduardo Cagnola, desaparecidos en 1977. Este hombre recuperó su identidad en 2008 y el Tribunal Oral Nº 4 se encuentra juzgando a los apropiadores Cristina Mariñelarena y José Bacca; y a Inés Lugones (mujer del represor fallecido, Guillermo Minicucci), quién habría actuado como entregadora del bebé, por el delito de apropiación.
En la audiencia de ayer, el Tribunal realizó la proyección de fragmentos de testimonios de ex detenidas desaparecidas de la ESMA, que dieron cuenta del nacimiento del hijo de Eduardo Cagnola y Liliana Pereyra en ese Centro Clandestino de Detención y de las condiciones en que su madre dio a luz en cautiverio: “Vi a Liliana Pereyra y supe que había tenido un bebé al que llamó Federico”, detalló Marta Álvarez en el juico por Plan Sistemático de Apropiación de Menores, que fue incorporado ayer a este juicio a través de los testimonios de Álvarez, Sara Solarz de Osatinski, Alicia Milia y Ana María Martí.
Por la tarde declaró la integrante de la agrupación H.I.J.O.S. Cecilia Cesaroni, quien fue señalada por el hijo de Liliana y Eduardo como la primera persona de esta agrupación que se le acercó. La joven contó cómo se organizaba a fines de los 90 y principios de 2000  la agrupación para colaborar en la búsqueda de sus hermanos desaparecidos durante el terrorismo de Estado. Cecaroni detalló que se organizaban por comisiones de trabajo y que ella integraba la Comisión de Hermanos, que se encargaba de recibir denuncias de chicos que podrían ser hijos de desaparecidos y consultas de jóvenes con dudas sobre su identidad. Luego contó que desde 1998 tenían denuncias acerca de que Hilario Bacca podría ser hijo de desaparecidos: la primera fue de ese año, luego llegó otra en 2000 y otra más en 2001. Las denuncias coincidían en que una médica de La Plata tenía una hija biológica y un hijo que habían “adoptado” porque no podían tener más chicos, y que su tío o padrino era un militar y era quien lo había entregado. Como muchas veces ocurre, esas denuncias provenían del entorno de los apropiadores. En 2005, llegó una nueva denuncia con datos más contundentes de alguien que estaba en contacto con Hilario. Fue aquí cuando la agrupación H.I.j.O.S. decidió evaluar una posible aproximación al joven para contarle que había posibilidades de que fuera hijo de desaparecidos, como luego lo confirmaron los estudios de ADN.
Algunas de las variables que la agrupación tuvo en cuenta a la hora de decidir el acercamiento al hijo de Liliana Pereyra y Eduardo Cagnola fueron, según Cesaroni, que el joven sabía que no era hijo biológico de la pareja Bacca-Miriñelarena, que hacía tiempo que estaba haciendo terapia, lo que garantizaba que tenía una espacio de reflexión y contención, y que “los apropiadores no fueran militares sino civiles también fue tomado en cuenta, ya que daba la posibilidad de que estuviera más abierto a escuchar algo de un organismo de derechos humanos”, detalló Cecilia.
De esta manera los H.I.J.O.S realizaron el primer contacto por teléfono. “El primer llamado fue en julio de 2005, hablamos como 45 minutos, le contamos que teníamos información que decía que él podía ser hijo de desaparecidos. Hablamos mucho, pero me pidió que no lo llamara nunca más; aunque antes de cortar me dijo: ‘si me separo de mí te agradezco el llamado´”, describió Cesaroni.
Pasaron tres semanas y los H.I.J.O.S decidieron volver a llamarlo. En ese momento no lo encontraron, pero le dejaron un mensaje en el contestador al que el joven respondió con un llamado a Cecilia. Fue entonces que en agosto de ese año se produjo el primer encuentro: “Nos juntamos en un bar y charlamos durante dos horas”. Cecilia cuenta que el vínculo entre ellos se estrechó, que charlaban por teléfono, que tuvieron otros encuentros y que incluso la invitó a su casa. “Una vez fuimos a un bar a escuchar a un músico que hacía un tributo a Silvio Rodríguez”, recordó. También contó que -no recuerda si producto del acercamiento a H.I.J.O.S o a las dudas sobre su origen- el hijo de Liliana y Eduardo, le dijo que él preguntó en la casa más detalles sobre cómo había llegado y que le dijeron que Lugones (la mujer Minicucci) estaba al tanto de que querían otro bebe y que les prometió que les “conseguiría” uno para enero del 78, pero que eso no se había cumplido “por eso Mariñelarena y Bacca se habían deprimido mucho, según contó Hilario, pero en febrero llegó”, explicó Cesaroni. 
En esos encuentros Cecilia le explicó minuciosamente a Hilario cómo era el proceso para recuperar su identidad, cómo funcionaba la Comisión Nacional por el Derecho a la Identidad (CONADI), qué era el Banco Nacional de Datos Genéticos (BNDG) y también le explicó que en algún momento él debería tomar una decisión. El joven empezó a cuestionar el proceder de H.I.J.O.S, el acercamiento: “Yo le pregunté si consideraba que hubiera una mejor forma de decir a alguien que podría ser hijo de desaparecidos, y él acordó conmigo en que no”.
Cesaroni también contó que en ese contexto el nieto restituido dijo: “yo sabía que esto en algún momento iba a pasar”. Los encuentros siguieron durante 2006 y allí el joven también le contó que en los 80 Bacca lo había ido a ver a Minicucci para saber su procedencia y que Minicucci le había confirmado: “Es hijo de subversivos”.
                Llegaron al 2007 e Hilario Bacca seguía sin querer analizarse: “en un momento me planteó que se analizaría cuando muriera Mariñelarena porque no quería lastimarla, porque era la que más sufría”. Las Abuelas de Plaza de Mayo también tenían sospechas de que él era uno de los nietos que desde hacía treinta años estaban buscando, así es que se decidió pasar el caso a la justicia, para que actuara en un presunto delito de lesa humanidad como lo es la apropiación de niños durante la última dictadura. El resto es historia ya conocida. El joven dejó de tener contacto con Cecilia y la agrupación H.I.J.O.S, la justicia actuó y se confirmó que era hijo de Liliana Pereyra y Eduardo Cagnola. Hilario supo que su mamá lo llamó Federico y que su familia lo buscaba desesperadamente desde la desaparición de sus padres. También supo que su mamá lo parió en la ESMA y que se lo arrancaron de los brazos para entregarlo a una familia que no era la que lo esperaba incondicionalmente. Supo que su papá estuvo secuestrado en Buzos tácticos y que ni siquiera llegó a conocerlo. También conoció a su Abuela “Coqui”, referente de Abuelas La Plata, a sus tíos Pereyra María Alejandra y Marcelo y a toda su familia paterna oriunda de Chacabuco. Hoy todos esperan justicia, para poder recomenzar desde la verdad.